El caso,
relativamente
común… Fondeamos
en una preciosa
cala y al montar
la auxiliar
comprobamos como
el fueraborda no
arranca ni a
tiros, o si lo
hace se apaga
casi de
inmediato. Se acabó
el placer de
bajar a tierra
so pena de tener
que pegarse una
remada de mil
demonio
capaz de
desanimar a
cualquiera. Se
acabaron las
gozosas
excursiones con
la neumática
para recorrer
las cuevas del
litoral pegados
a las rocas
cerca del sitio
de fondeo.
Habremos perdido
una parte
importante de
las divertidas
actividades. Sin
embargo con un
poco de
conocimientos
básicos podemos
salir airosos
del “marrón” y
dar un rápido
carpetazo al
acuciante apuro.
Comprueba
la calidad de la Gasolina
Parece una
tontería, y sin embargo puede ser la causa de todos los males.
Si das por buena la gasolina y está está en mal estado, puedes
volverte loco y no lograr dar con la solución, por mucho que
desmontes y desmontes todo el motor. Ante la duda debemos
desechar la gasolina vieja e ir a por unos litros de nueva
gasolina.
Al quitar el tapón
del depósito, no está de más echar un vistazo a su interior.
Si observamos algunas partículas sospechosas flotando, no lo
dude esta gasolina está en mal estado. Debemos vaciarla en
unas botellas de agua desechadas y llevarla al punto blanco, o
guárdela para quemarla en la barbacoa, pero nunca la tire al
mar.
Cuando la gasolina
está almacenada en su depósito típico de plástico rojo durante
más de uno o dos años, esta se va evaporando y los primeros
vapores son las de sus substancias volátiles más ligeras. El
resultado tras un buen tiempo almacena es una gasolina más
'espesa' que ha modificado su octanaje y que puede llegar a
formar unos pequeños grumos que irán directos al filtro previa
al carburador. No debemos olvidar que también puede haber
entrado agua en el depósito de la gasolina y esto también
podría hacernos perder mucho tiempo.
Al inspeccionar el filtro de gasolina ubicado dentro de la
carcasa del fueraborda, detectamos partículas y posos de
aspecto gelatinoso, muestra inequívoca del mal estado de la
gasolina. Algunos de estos grumos puede pasar el filtro y
obstruir los finos conductos del carburador. Debemos cambiar
el filtro y nunca conservar la anterior gasolina, pues volverá
a obstruir el nuevo filtro.
Los dos primeros
filtros están muy sucios.
El de la izquierda original de Mariner, utiliza papel como
material filtrante. El segundo está formado por una
tupida retícula de material plástico. Antes de sospechar de la
gosolina, desmontamos y limpiamos el carburador y cambimos el
filtro que volvió a ensucierse y quedar como se aprecia en el
filtro del centro.
Por fin,
sospechamos de la gasolina y utilizamos uno nuevo a la
derecha. ¡No pierda el tiempo como nosotros y verifique LO
PRIMERO, el estado de la gasolina. Tras finalizar la temporada
y al hibernar el barco, es buena idea desechar lo poco que nos
quede en el depósito de la auxiliar. Y naturalmente debemos
variar la cuba del carburador para quitar los restos de
gasolina que pudieran quedar dentro de él.
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Posibles problemas de arranque del fueraborda
Los problemas pueden ser muchos y muy
variados, desde la cuerda del tirador rota, una bujía perlada, un
serio problema mecánico en los engranajes o un gripado por falta de
aceite. En ocasiones el fueraborda se va al fondo del mar por la
borda al intentar montarlo en la neumática o por un despiste
imperdonable. Tras un rato de “pesca”, o buceo y tareas de
recuperación, lo conseguimos llevar de nuevo a la superficie, pero
naturalmente el motor rehúsa arrancar.
Pero todos estos casos son menos
comunes,
y lo normal cuando un fueraborda no arranca
ni de broma, es que la alimentación de gasolina no vaya bien. En
otros artículos discutiremos sobre cómo cambiar el tirador o qué
hacer si se nos va al fondo del mar….
Los problemas más típicos
Ahora se trata de resolver el grueso
de los problemas que son mucho más evidentes,
y casi siempre relacionados con la carburación. Supongamos que la
gasolina está en buen estado y no se ha mezclado con agua de mar
como hemos comprobado en más de un caso. Por ello,
lo primero que debemos asegurar es que lo que llevamos en el
depósito es gasolina y no agua o peor aún agua de mar mezclada con
gasolina. No es ninguna broma, pues en los motores pequeños con
depósitos integrados, si algún usuario despistado o el anterior
cliente de un chárter, ha dejado el tapón del depósito mal cerrado,
el agua puede acabar entrando y al ser de mayor densidad que la
gasolina, esta irá al fondo del depósito y será absorbida por la
bomba de gasolina deteniendo el motor sin miramientos.
Algo obvio que más de uno olvida, es
abrir el tapón del respiradero del depósito. Si no lo hacemos, al
cabo de un rato de uso, se produce vacío en el depósito y el motor
de ahogará al no poder llegar gasolina al carburador.
Encendido, bujía y
chispa
Insistimos, aunque en una inmensa
mayoría los problemas provienen de la carburación y alimentación de
combustible, no está de más fijarse en el encendido. Para ello
muchos modernos pequeños FB llevan un testigo Led que indica si
salta o no la chispa. Si ve que este indicador se enciende es casi
seguro que el encendido está Ok.
En cualquier caso la prueba
definitiva consiste en desmontar e inspeccionar la bujía o poner la
pipa de la bujía en otra bujía de repuesto. Habremos de hacer que la
bujía toque el cárter metálico para cerrar el circuito eléctrico y
dar un par de tirones de arranque para ver si saltan chispas en el
electrodo de la bujía. ¿Es así? Pues entonces ya lo dijimos…. El
problema es casi seguro de la alimentación de combustible. Dentro
del motor en algunos modelos encontraremos una pegatina que nos
recuerda el tipo de bujía que utiliza nuestro motor y la separación que
debe tener el electrodo. No está de más cambiar la bujía,
especialmente si esta tiene mal aspecto o aún con más razón si nunca
la ha cambiado.
Alimentar gasolina
al carburador
Debido a una mala
hibernada o tras varios años de poco mantenimiento, el pequeño
carburador del fueraborda fallará impidiendo el arranque del motor.
Sea como fuere, y por seguir un cierto
orden, es buena idea sacar el tubito por el que llega la gasolina al
carburador y dar un par de tirones de arranque. Por si las moscas y
si su FB es de depósito exterior, apriete la perilla de goma para
asegurar que el circuito está bien purgado y cargado de gasolina. Al
tirar de arranque con el tubito fuera del carburador debe notar como
salen algunos pequeños borbotones de gasolina empujada por la
diminuta bomba de gasolina del motor. Posiblemente así sea y ya
estaremos seguros que la gasolina llega bien hasta la entrada del
carburador, indicando lo que ya se dijo… el
problema está en el carburador. Si no llegara gasolina al carburador
debemos fijarnos en el circuito que lo alimenta y desmontar la bomba
de membrana de gasolina del motor.
Pero antes de esto, lo suyo es centrar
la atención en el filtro de gasolina que casi nadie cambia con
regularidad y que deberíamos sustituir año sí y año no, aunque por
lo poco que cuestan, no se lo piense dos veces y cámbielo ante la
mínima duda.
El problema está en el carburador
Así ocurre en la inmensa mayoría de
problemas de arranque del pequeño fueraborda. ¿Por
qué? Pues porque un carburador es un elemento relativamente
delicado y de precisión con chiclés que
tienen agujeros muy pequeños y fáciles de obstruir, y también
elementos móviles que se encuentran a remojo permanentemente en
gasolina. Cuando dejamos el barco en invierno sin tener la
precaución de vaciar el carburador, la gasolina se acaba evaporando
y puede disolver un poco la goma de los circuitos dejando un poso
que dejará los pasos en los chiclés
obstruidos o la cuba y su flotador bloqueada impidiendo el paso de
la gasolina.
¿Cómo funciona el
carburador?
La función del carburador es la de
vaporizar la gasolina en millones de minúsculas gotitas mezcladas
con aire, para conseguir una nube explosiva lista para explotar en
el interior del cilindro. El carburador funciona (más o menos y a o bruto) como
un bote pulverizador de perfume, aunque con muchas diferencias,
permitiendo dosificar la cantidad de producto vaporizado.
En el carburador, la gasolina entra en
una cámara inferior en donde sólo tiene que
haber la gasolina justa, sin faltar o sobrar.
Esta regulación se consigue con un flotador que cierra un pequeño
grifo cuando la cuba está llena y el flotador flota, o bien se abre
para seguir dejando entrar gasolina cuando la cámara se ha vaciado y por
tanto el flotador baja por su propio peso y de paso tira de la llave que deja entrar
más gasolina a la cuba. Cuando hay porquería en este sistema
regulador, el flotador puede no moverse o la llave estar sucia y no
dejar pasar nada de gasolina. Al desmontar el carburador este es el
primer sitio que debemos limpiar, pues se
lleva el mayor número de papeletas en la lista de problemas.
Desde esta cuba la gasolina sigue dos
caminos, uno para alimentar el circuito de
ralentí, y otro central y más importante,
por donde sube la gasolina hasta el pulverizador. No entramos en
explicaciones de cómo se pulveriza por efecto bernoulli y otras leyes
físicas. Lo importante es que la gasolina tiene que subir por un
tubito muy fino cuyo paso estrecho es el chiclé.
Este chiclé es el que también puede estar
obstruido. Hay que desatornillarlo y soplarlo, mirando a contraluz
para asegurar que está despejado. De paso desmontaremos el otro
chiclé de ralentí
(también llamado de bajas) e inspeccionaremos el aspecto general del
interior del carburador para dejarlo todo perfectamente limpio y
aseado.
¿Es fácil desmontar
y limpiar el carburador?
Desde luego que sí, incluso estando el
motor montado en la auxiliar. Pero debemos estar
atentos a no perder ninguna pieza por la borda si lo desmontamos con
el motor colgado en la auxiliar. Una vez desmontado conviene poner
el carburador en un recipiente para limpiarlo más cómodamente a
bordo del barco. Para desmontarlo nos bastarán unas pocas
herramientas que dependerán del modelo y fabricante
del motor que vayamos a desmontar. En el caso de un Mariner de 5
cv
bastará con un destornillador de cruz y una llave fija del 10. No
estará de más que hayamos inspeccionado al menos por encima el
aspecto del motor fueraborda antes de salir del puerto para sentirse
cómodo y familiarizado con las "tripas" del motor cuando tengamos un
posible problema.
Una vez retirada la carcasa exterior
de plástico, localizamos el carburador en la parte superior del
motor. Vemos como la entrada de gasolina va inmediatamente al filtro
(de color blanco en la imagen superior) que es muy fácil de cambiar retirando las dos bridas de acero. Si seguimos el tubo de goma a la salida del filtro vemos
como se dirige a la entrada de la bomba de gasolina y desde esta al
carburador. Desconectamos el tubo de gasolina que sale de la bomba, dejando el corto tubo montado en el carburador para poder
soplar por él posteriormente y comprobar el funcionamiento del
flotador.
Al dejar la salida de la bomba de gasolina libre, y dar unos
tirones de arranque debemos comprobar que sale algún borbotón de
gasolina desde esta bomba.
Extraer el
carburador
Para sacar el carburador, retiramos
los dos tornillos largos (1) que lo sujetan al bloque del motor.
También hemos de desconectar el cable del mando del aire (2) y lo más
cómodo para ello es aflojar el tornillo que sujeta la funda de este
cable en este caso de color negro. Al sacar los dos tornillos (1),
debemos estar atentos pues se libera al mismo tiempo el filtro de
aire (3), y las juntas de unión entre el carburador y el codo (4), así como
la junta entre carburador y filtro de aire (5).
Aún tendremos unido
el carburador a la varilla de gases que podremos retirar en este
motor mediante un movimiento de giro del carburador. No desmonte más
de lo necesario y por ello el filtro del aire se quedará
"en el
aire" sujeto por el cable del aire y la varilla de gases sujeta en
la palomilla de mando. Nos ha bastado con retirar 2 tornillos largos
y trabajar unos 5 minutos. Ahora toca desmontar y limpiar el
carburador para dejarlo listo.
Limpiar el
carburador
Trabajaremos encima de una bandeja, o
lo que tenga a mano en la cocina del barco para evitar perder
cualquier tornillo o pieza de pequeñas dimensiones. Empezamos
retirando los 2 ó 4 tornillos que sujetan la parte inferior de la
cuba. Al retirarla veremos el flotador de plástico. Ahora
debemos soplar por el tubo por el que entra la gasolina, y al mover
arriba y abajo el flotador comprobaremos como entra o se interrumpe
el paso del aire soplado.
Al subir el flotador este empuja una
aguja que cierra el paso de acceso de la gasolina. Para extraer el
flotador podemos retirar el pequeño pasador que actúa como eje
de giro al flotador para que este pueda bascular. No está de más
retirarlo y comprobar la limpieza de la aguja y el cierre.
Lo siguiente que haremos es
destornillar el chiclé y ver a contraluz si su pequeño orificio
central está libre. Una punta de alfiler nos ayudará a retirar
alguna posible perla en caso de estar sucio. Observe si existe
suciedad en el hueco dejado por el chiclé y si fuera necesario
límpielo con un poco de papel higiénico haciéndolo girar con la
ayuda de un desatornillador plano.
Conviene recordar que la suciedad de
un carburador proviene en muchos casos de una mala hibernada y que
basta con vaciar la cuba de gasolina tras finalizar la vacaciones
para que no quede nada de combustible en su interior que pueda
evaporarse. Para ello no hay que desmontar nada y existe un pequeño
tornillo en la parte baja de la tapa de la cuba que abre una
salida de la cuba para poder vaciarla cuando queramos.
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