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Rearranca tu motor
(Parte 1)
Conozca los procedimientos más utilizados para poner en marcha un
motor con problemas o tras un largo periodo de inactividad. Cuando llegamos al barco y el motor no
arranca después de dos o tres intentos, debemos comprobar varios
elementos en vez de continuar dándole al arranque y descargar la
batería.
Cuando el
motor no arranca, debemos revisar varios elementos para determinar
el problema y salir airosos de tan molesto asunto. Las averías serias no
aparecen por arte de magia. Por ello, debemos fijar nuestra
atención en el sistema eléctrico, y en la alimentación de
combustible. Baterías gastadas, contactos oxidados, inyectores
sucios, gasolina contaminada, filtros obstruidos,.... Estas son
las causas más usuales que nos impiden arrancar nuestro motor.
La primera cuestión es
saber si cuando le damos a la llave de contacto, el motor de arranque gira de
forma vigorosa o por el contrario lo hace con pereza y sin
ganas. En este último caso, tendremos una batería con poca carga o
con los bornes sulfatados. Si este fuera el caso, lo primero que
haremos es limpiar estas conexiones de la batería con un cepillo
de púas duras y un trapo o un poco de papel de lija fina. Luego debemos cargar la batería para que
pueda entregar una buena potencia al intentar arrancar el motor.
Batería y motor de arranque
Si el barco
tiene un segundo parque de baterías, como por ejemplo las de
servicio, intente hacer un puente o conmutarlas para aprovechar la
potencia de estas. Lo importante es conseguir una buena potencia
de arranque que se determina fácilmente al oír girar con “alegría”
al motor de arranque.
Si con la
batería bien cargada el motor de arranque sigue sin girar, el
problema puede venir del relay del motor de arranque. Cuando damos
a la llave de contacto para arrancar, lo que estamos haciendo es
activar un relay que es el que verdaderamente entrega la potencia
eléctrica al motor de arranque.
Si las
sospechas recaen sobre el relay, intente conectar un cable con
positivo directamente al solenoide del realy para ver si se
activa. Si así fuera, el problema proviene de la llave de contacto
o de un cable en mal estado. Si no se activa, decididamente
debemos sustituir el relay de arranque.
Con un cable
de sección importante, es posible “puentear” al relay y dar
corriente directa al motor de arranque para ver si este fuera el
problema. Si lo hace, tenga un poco de cuidado pues al conectar el
motor de arranque directamente al positivo de la batería saldrá un
chispazo. En los coches no hay problema pero en un barco existe
riesgo de explosión si no tuviéramos bien ventilado el espacio del
motor o existieran gases de combustibles en la zona del motor.
Ventile antes de hacer esta prueba. Si con todo el motor de
arranque no gira, el problema estará en el mismo motor de arranque
en cuyo caso debemos acudir al mecánico, o desmontarlo para
conocer la posible avería de este.
Pero antes
de desmontarlo, podemos darle un par de vueltas con la mano para
quitar una posible oxidación en las escobillas sobre el rotor. A
veces el motor de arranque parecerá “dormido” debido a pequeñas
impurezas en esta zona. Si así fuera, en cuanto empiece a girar,
el rozamiento de las escobillas acabará por terminar de limpiarlo,
aunque no estará de más una revisión en profundidad, desmontando
sus elementos para una limpieza a fondo. Tenga
presente que algunos motores tiene algún fusible instalado en el
circuito eléctrico y si este se hubiera fundido por cualquier
causa, deberá sustituirlo antes de intentar arrancar el motor.
Si el
problema es del motor de arranque, en muchos casos el asunto se
resuelve limpiando el rotor y cambiando las escobillas. Un par de
giros con la mano puede hacer que vuelva a la vida, como solución
de emergencia mientras lo desmontamos en otro momento con más
calma.
Rearranca tu motor
(Parte 2)
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