ocurre con nuestros coches en las
ciudades.
Y sin embargo se venden, luego
tienen su razón de ser, de la misma forma que también
encontramos en las gasolineras, Diesel "premium" un poco más
caro, que no es más que diesel normal aditivado como más adelante
explicaremos.
Un ejemplo; en
un Oceanis que
tuve durante 15
años, jamás tuve
que añadir un
solo aditivo y
nunca tuve
problemas con
los hongos del
diesel ni otras
desventuras que
estamos
acostumbrados a
escuchar entre
los aficionados.
Los aditivos son como las medicinas.
Si son necesarios, es que hay algún problema con el combustible o el sistema de
alimentación de combustible. El asunto puede estar en el mismo depósito de combustible,
en los inyectores
de alta presión del motor, o simplemente en la calidad del propio combustible.
Los fabricantes de motores exigen que el
diesel utilizado cumpla con unas especificaciones determinadas
descritas en un estándar, como la norma ASTM D-975 entre otras, en
las que se explica la capacidad de lubricación del combustible, los
cetanos, el tamaño máximo de partículas e impurezas, etc…
No todos los combustibles son
iguales
Estando en Cuba con un coche alquilado
y pasados unos kilómetros, éste me dejó tirado en la cuneta. El
problema estaba con la gasolina adulterada que me dieron en la misma
empresa de alquiler. Ni siquiera tuve tiempo de dejarme engañar en
cualquier gasolinera rural. El lío me lo armó la propia empresa de
alquiler. De la misma forma, no es lo mismo repostar diesel en
Valencia que en un puerto perdido de la costa africana. No es lo
mismo consumir diesel que biodiesel tan de moda en Alemania o Brasil.
Y tampoco es lo mismo una instalación
de combustible con un prefiltro que permita eliminar particular y
separar el agua, que otro barco con sólo tenga el filtro de combustible
del mismo motor. No es lo mismo un depósito de plástico que otro de
acero. El tamaño del depósito y la cantidad de diesel que
normalmente solemos tener en él también son temas importantes como
vamos a explicar.
En incluso en los lugares
"civilizados" podemos encontrarnos con sorpresas. Por ejemplo, en
Estados Unidos un estudio realizado con muestras aleatorias en
diferentes gasolineras reveló que el 40% de las muestras no cumplían
con todos los requisitos exigidos en la norma 520 HFRR, sobre todo
en lo referente a la concentración de partículas de azufre.
A cada problema su aditivo:
Agua y hongos
Ya lo hemos dicho; si no hay necesidad
no use aditivos. El problema más típico
con el diesel es la humedad o agua en el combustible. O mejor dicho,
diesel que suele "humedecerse" en el interior de
los depósitos de combustible, por problemas con la condensación del
ambiente, en gotas de agua sobre las paredes frías de un
depósito metálico demasiado vacío, etc…
Ya hemos comentado en otros artículos
que los organismos que se reproducen y se alimentan de gasoil
necesitan agua para sobrevivir. En este
caso el enemigo a eliminar es el agua dentro de las líneas de combustible. Ya
tenemos una buena razón para usar aditivos biocidas que maten los
hongos que se pueden reproducir en la capa de separación entre el
agua y el diesel. Si su tanque tiene agua, deberíamos
eliminarla, pues si NO hay agua, NO hay problemas de bacterias ni
hongos del gasoil.
Por esta razón, si el diesel el bueno
y a pesar de ello tenemos hongos en el tanque, una vez
limpiado deberíamos mantenerlo siempre lleno, para
que no pueda dar lugar a condensaciones de agua en las paredes. Lo importante es solucionar el problema
en su raíz y no buscar
aditivos que traten los síntomas derivados del problema.
El fabricante de motores Caterpillar desaconseja el uso de cualquier aditivo, sin embargo aconseja el uso de biocidas en caso de fuel contaminado o aditivos
que incrementen el índice de cetanos en caso de usar un diesel que
no cumpla con el mínimo de 40 cetanos.
El agua en el combustible puede
producir hongos con sus subproductos ácidos, que a su vez pueden
producir
corrosiones tanto en depósitos metálicos como en las piezas internas
del motor. Los hongos también reducen la lubricidad del
combustible, máxime si éste es del que a penas tiene partículas de
azufre, llamado ULSD (Ultra Low Sulfour Diesel).
La lubricidad del diesel
Todos hemos comprobado el aspecto
oleaginoso del diesel y esta característica ayuda a
lubricar las piezas móviles implicadas en la inyección de
combustible dentro del motor,
desde la bomba de alta presión hasta los inyectores en donde las
tolerancias son extraordinariamente pequeñas. El diámetro del
orificio de un inyector es del orden de 3 micras (3 milésimas de
milímetro) y para entender lo fino que es esto, recordamos que un
cabello humano tiene unas 100 micras (o sea una décima de
milímetro). Por este motivo podemos entender la importancia de la
pureza del diesel en la calidad
del combustible. Los filtros
de combustible filtran todo lo que llegue por encima de las 2
micras, pero si el diesel tiene muchas partículas que deban ser
eliminadas, los filtros quedarán colapsados en poco tiempo.
Es importante que el diesel posea esa
característica aceitosa y que a veces es insuficiente y por tanto se
mejora con aditivos lubricantes. En ocasiones se añade 1% de biodiesel para lograr una mayor lubricidad. En lugares perdidos en
donde podemos dudar de la calidad del combustible no es mala idea
añadir un agente lubricante para estar seguros de tener esta
propiedad fundamental para el buen funcionamiento del motor.
Las actuales normas antipolución
permiten un número ppm de azufre (partículas por millón) en torno a
15, cuando antes de 2007 esta cifra era de 500 ppm. Para
conseguirlo, las refinerías tratan el diesel con un chorro de vapor
de agua que disuelve y arrastra el azufre. Pero en el proceso se
pierde parte de las características lubricantes del diesel, que por
cierto no provenía de azufre eliminado.
La lubricidad del diesel es importante
porque las tolerancias en los sistemas de inyección se miden en
micras. Lo malo es que un combustible poco lubricante pueda dañar la
bomba de alta presión del sistema de inyección, sin que se muestren
síntomas hasta llegar a una avería en la bomba que dificulte el
arranque del motor.
¿Cómo se mide la lubricidad del
diesel?
El diesel en Europa debe cumplir la
norma EN590, mientras que en Estados unidos debe satisfacer la norma
ASTM –D975 que incluye un apartado en el que se especifica la capacidad
lubricadora del combustible.
Para ello se ha creado una unidad
llamada HFRR (High Frequency Reciprocating Rig) que consiste en
realizar una prueba durante 90 minutos, en la que se somete un
cojinete, a una carga utilizando el diesel a medir como lubricante.
Tras la prueba se mide el minúsculo desgaste que ha de ser inferior
a 520 micras según las normas USA. Cuanto más lubricante sea el
diesel, menor será este desgaste y mejor será este número en unidades HFRR.
El fabricante de motores John Deere,
considera que el HFRR de un combustible diesel debe
ser como mínimo 450, lo cual está muy a la par con lo que exigen las
normas europeas EN590 que exigen al menos 460 en la medición HFRR.
Pero si estamos en el extranjero y
ante la duda decide añadir un aditivo lubricante debemos tener
cuidado y leer bien el prospecto del producto, pues algunos aditivos
lubricantes tienen una base ácida que reacciona con los cationes de
calcio y sodio que a veces se encuentran en el fondo de los tanques
de combustible. El resultado es una especie de jabón o cera viscosa
que al pasar a las líneas de combustible pueden obstruir los filtros
o peor aún, generar depósitos en el sistema de inyección.
Aditivos emulsionantes y
dispersantes; Problemas con agua
Ya sabemos que el agua y el aceite se
mezclan mal… a no ser que introduzcamos agentes externos que lo
permitan, como ocurre en casa con el huevo y el aceite de la salsa mayonesa.
Gracias a los agentes emulsionantes,
el agua “desaparece” dentro del diesel, y esta se vaporizará en la
cámara de combustión. Pero un diesel demasiado "húmedo" puede
contribuir a oxidaciones en las líneas de inyección. Los
emulsionantes eliminan la "humedad" del diesel pero no "disuelven"
el posible agua que tengamos en el fondo del tanque procedente de
una importante condensación de gotitas acumuladas día tras día.
En ocasiones, por el contrario, se
aconseja utilizar agentes des-emulsionantes con el efecto
antagónico, para conseguir que el agua y la humedad del diesel se
precipite y caiga al fondo del tanque. Para ello debemos tener una
configuración de tanques y filtros de decantación que permitan
eliminar el agua del combustible de una forma sencilla. En estos
casos es importante que el tanque esté diseñado de tal forma que lo
primero que salga de él hacia el motor, sea el precipitado acuoso en la
parte inferior del tanque, para que no se acumule una capa de agua
en su fondo y pueda ser eliminado en el filtro separador de
decantación.
Debemos tener presente que algunos de
estos aditivos antihumedad contienen algo de alcohol, pues los
alcoholes absorben el agua y por tanto tiene una alta capacidad para
eliminar el agua de una mezcla. Pero el alcohol es un peligro en las
líneas de combustible pues disuelven algunas gomas y plásticos y por
tanto están prohibidos por la mayoría de las marcas de motores.
Aditivos para aumentar los
Cetanos
Los cetanos son al combustible diesel
lo que el octanaje es a las gasolinas, pero en sentido contrario.
Los aditivos que se añaden a las gasolinas retardan la explosión de
la mezcla, haciendo que la combustión sea más lenta y se queme más
lentamente y de forma homogénea en vez de explotar, logrando un
rendimiento mejorado en el ciclo termodinámico. Por este motivo las
gasolinas de fuerte octanaje reducen el repiqueteo de bielas,
eliminan el autoencendido, y permiten mayores ratios de compresión
para los motores de alto rendimiento.
Por el contrario con el combustible
diesel, los aditivos que mejoran los cetanos hacen justo lo
contrario, incentivando el combustible a quemarse con mayor rapidez.
En definitiva lo hace más explosivo, lo cual le viene bien, pues el
diesel necesita el calor de la compresión del aire para poder
explotar, cuando se produce la inyección del combustible.
Al aumentar el índice de cetanos se
logra adelantar el comienzo de la combustión al efectuarse la
inyección y por tanto se lograr mejorar el tiempo de combustión lo
que mejora el rendimiento del motor. Al mejorar los cetanos se
mejora el arranque, se reducen los humos de escape al ser la
combustión más completa y aumenta el rendimiento del motor.
Además se reduce el ruido del motor y
bajan las formaciones de carbonillas en los inyectores. Esta es una
de las causas típicas del humazo negro al arrancar motores. Aunque
los prospectos de los fabricantes anuncian que su producto es capaz
de limpiar los inyectores, lo cierto es que esto no ocurre nunca y
la única solución es la sustitución de los inyectores por otros
nuevos.
El número que mide los cetanos suele
estar entre 40 y 55 y mide la facilidad de ignición del diesel.
Cuanto más revolucionado pueda ir un motor diesel y por tanto cuanto
más alto esté situado su par motor en rpms, más cetanos serán
necesarios.
Si cuando vamos a arrancar
el motor es necesario darle al arranque durante más de 3 segundos
(lo cual ya es mucho tiempo), para conseguir que este deje de toser
y mantenga un régimen estable en el cuentavueltas, es posible que
tengamos necesidad de más cetanos.
Cuando al arrancar el motor observamos
una nube de humo blanco acompañada por vibraciones volcánicas,
posiblemente convenga añadir un aditivo de aumento de cetanos para
probar si su motor necesita este explosivo incentivo. El dopaje con
aditivos de centanos suele aumentar el cetanaje entre tres y cinco unidades. La
mayoría de fabricantes de motores exigen 40 cetanos, lo cual está en
línea con lo que encontramos en la gran mayoría de gasolineras con
combustibles diesel que van desde los 40 a los 45 cetanos. Si aumentamos los
cetanos por encima de 50 no lograremos ningún beneficio aunque si
estaremos tirando el dinero en aditivos innecesarios.
Pero debemos tener presente que si
nuestro motor tose, expulsa humo negro, escupe humo blanco, le
cuesta arrancar, vibra demasiado o tiene poca potencia, es
probable que ni el mejor de los aditivos sea capaz de solucionar este
asunto. Más vale comprobar que los inyectores no estén demasiado
sucios, que las válvulas cierran bien, que no hay depósitos en
carbonilla en los pistones o segmentos, que la batería tiene
potencia y los cables de arranque estén en buen estado y sean de la
sección correcta.
Los síntomas entre un combustible
inadecuado y averías mecánicas pueden coincidir en muchos
casos. Como comentamos al principio de este artículo, si todo está
correcto en su barco, los aditivos están de más…
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