monocascos, pero la proliferación de multicascos es imparable.
Por algo será....
Los trimaranes
fueron y siguen siendo, la forma tradicional de navegar en numerosas
regiones del planeta. Las Bankas en Filipinas y en el indopacífico navegan con una fineza extraordinaria. Un delgado casco
central de lograda hidrodinámica, estabilizado en escora por dos
largos troncos de bambú, “cosidos” a las vigas transversales,
también de madera, simplemente con un grueso sedal de pesca que
confiere solidez, manteniendo un cierto módulo de elasticidad.
Auténticos trimaranes de madera
motorizados, que hacen trayectos entre islas a modo de ferries,
también muy utilizados para realizar actividades de buceo y turismo.
He navegado en muchas ocasiones en ellos en estos países del
indo-pacífico que tanto adoro, y siempre me han sorprendido
tres cosas; 1) Lo bien que navegan incluso en condiciones agitadas y
con mares bastante movidos, 2) lo "apañados" que son los armadores
para conseguir auténticos barcos con los medios 'locales' que se
consiguen en estos lugares del planeta (he visto soluciones
increíbles , como por ejemplo anclas fabricadas por muy poco dinero
con varillas de construcción, o hélices soldadas a mano por expertos
marineros, o motores de coches de desguace motorizados por 4 duros,
o los métodos constructivos locales que serían motivo para una tesis
doctoral), y 3) los precios tan extremadamente asequibles,
por los que se puede negociar la adquisición de una "Banka" de 15 o
20 metros lista para navegar y disfrutar del paraíso de estas islas.
Da tanto que pensar, exponer y explicar que quizás sea motivo para
un artículo dedicado. Existen tantas alternativas a lo que conocemos
como navegación de recreo...
Pero volviendo a lo que estamos
acostumbrados a ver, navegar y comprar en la vieja Europa, y si bien
hasta hace poco, los tres cascos
tenían demasiados inconvenientes a pesar del gran espacio y alta
velocidad que ofrecían, es verdad que en los últimos años han aparecido nuevos
diseños que han cambiado por completo el panorama.
Los "racer" multi-cascos
modernos
Los multi-cascos que participan en la
Jules Verne y otras regatas transoceánicas, batiendo alucinantes
records de velocidad que se acercan a los 50 nudos, son trimaranes…
¿cierto? Buen ejemplo de ello es el Gitana o el Groupama, entre
otros, capaces de hacer el cruce del Atlántico en unos pocos días a
velocidades de infarto.
Al diseñar un multicasco, hay que definir los objetivos del
barco en cuanto a capacidad de ceñida, velocidad de crucero,
desplazamiento, superficies mojadas, y todo ello, saberlo combinar
con la facilidad de manejo y una buena habitabilidad. Nada tienen
que ver un Groupama o el Gitana 17, con un barco de crucero de
recreo.
Pero es verdad, que si queremos un barco de
crucero de potentes prestaciones podemos incluir en las opciones a
los trimaranes de crucero. Buen ejemplo de ello es el DragonFly de patines
retráctiles que puede navegar sin "despeinarse" por encima de
los 20 nudos!
En estas 4 imágenes del DragonFly 40,
podemos comprobar como el velero además de navegar rápido como las
balas, ofrece un superficie de cubierta interesante con dos "solariums"
que unen el patín central con los 2 laterales. En puerto, el espacio
que requieren en amarre es casi el de un monocasco. Naturalmente su
habitabilidad interior es parecida a la de un monocasco y nada tiene
que ver con la de un trimaranes como por ejemplo los Neels, que
recuerdan en este asunto a los Catas de crucero.
Por otro lado, es notoria la mejora de
prestaciones en Catas modernos creados con técnicas de construcción
ligeras, en la que se utilizan mamparos en fibra de carbono o
infusiones al vacío (Como por ejemplo el SeaWind). Todo ello permite
lograr prestaciones sorprendentes, y sin demasiado perjuicio al
confort a bordo.
Catas y de
trimaranes frente a monocascos
Un monocasco necesita la quilla para
permanecer adrizado. Su par de adrizamiento aumenta con el peso y el
calado del bulbo. A mayor peso y calado mejor par de adrizamiento y
peores prestaciones para costear en aguas someras. Un monocasco en
ceñida puede tomar escorar de 25º o incluso algo más, lo cual no es muy
agradable o cómodo, especialmente durante largas travesías.
Pero en donde las diferencias brillan
en favor de los catas y trimaranes es en la habitabilidad. Salones
espaciosos, sofás cómodos, bañeras fantásticas, posibilidad de
Flybridge. La habitabilidad de un multicasco es fabulosa. En los
cruceros no sólo se navega, y tras una larga singladura, llega el
tiempo de relax en fondeos y calas perdidas... Y entonces la
diferencia es abismal.
Ventajas de los
Catas
Los dos cascos de un cata permiten que el barco
esté siempre horizontal, salvo cuando navegamos en una mar crecida
en la que se producen "bailes" debido al paso de ola, que
pueden llegar a ser bastante desagradables con escoras que no suelen
pasar de los 10º en el peor de los casos.
Los que navegan en catas aprecian
(apreciamos), el pequeño calado en muchos modelos por debajo del
metro, que permite poder navegar en aguas muy someras. Acercarnos a
la arena o incluso varar en la playa representa una ventaja en
muchos rincones del mundo (inviable con un trimarán o un monocasco),
en donde para llegar a sitios de espectacular belleza, tenemos que
atravesar por pasos con muy poco agua bajo la quilla. Pero cuidado con
el calado en grandes catas, pues por encima de los 50 pies, es
típico encontrarnos con calados que se acercan al de los monocascos
en versión de quilla corta.
Catamaran Nautitech 46
en el Dodecaneso. Una bañera espléndida y salón muy cómodo.
En los catas, disponer de 2 motores
significa tener todo duplicado y por tanto ser casi imposible tener
una avería total de propulsión. La doble motorización permite la
ciaboga y una maniobrabilidad excepcional, que nos permite hacer
atraques en lugares muy estrechos, en los que para otros barcos,
sería muy difícil poder maniobrar.
La estabilidad durante el fondeo es
otro importante punto a favor, que responde en un cata, a la distribución de
pesos sobre la extensa superficie de los cascos y del salón central,
y que refuerza el confort del barco cuando hayamos llegado a
destino.
Y no debemos de olvidar la facilidad
con la que se pueden navegar con tripulación reducida. Son siempre
más fáciles de llevar que un monocasco y requieren menos
conocimientos en técnicas marineras.
Lo más criticado: Su escasa capacidad
de ceñida, y dificultad para remontar al viento en ángulos por
debajo de los 50º, aunque para ello existen muchos modelos de catas con orzas
que permiten prestaciones parecidas a los monocascos, pero a cambio
dificultan el manejo del barco y la seguridad de navegación en manos
inexpertas.
Ventajas de los
Trimaranes
Ya existen trimaranes de crucero con
estéticas y confort como las que solemos encontrar en los catas,
aunque aún siguen pareciendo extraños al aficionado típico. Es
cuestión de tiempo ver más opciones en el mercado y acostumbrarnos a
sus peculiar arquitectura. Lo cierto es que los trimaranes tienen
mucho que ofrecer pues combinan la velocidad y la estabilidad de los
catas, con la capacidad de ceñida de los monocascos.
Neel 51: Un trimarán
simplemente expectacular.
Las prestaciones a vela de los
trimaranes modernos cortan el hipo. A igualdad de eslora los
trimaranes baten todos los records de velocidad. Apenas derivan como
ocurre con los catas (salvo los dotados de orzas como por ejemplo
los Catana, Outremer, Privilege, por solo citar algunas marcas).
Outremer 51; Un
barcazo como la "copa de un pino"
En lo que se refiere a seguridad, los
trimaranes vuelven a sumar puntos frente a catas y monocascos. El
casco central los confiere esa estabilidad de ruta característica de
los monocascos, mientras que los dos cascos laterales garantizan la
estabilidad en escora tan aplaudida en los catas. Es aún más difícil
volcar un trimarán que un cata, y por ello en navegaciones oceánicas
son más seguros que los mejores catas. El ángulo en que se produce
el máximo par adrizante para un cata es de 12º, mientras que para un
trimarán la cifra típica sube hasta los 27º. En un trimarán el
"aviso" de estar pasados de vela es más claro y seguro que en un
cata.
El hecho de tener tres cascos
completamente separados entre sí, y en algunos casos con cámaras de
flotabilidad estancas representa una gran ventaja en seguridad. Son
casi insumergibles e incluso en caso de un impacto en mitad del
océano, con vía de agua incontrolable, permaneceremos a flote. En
este aspecto lo peor es el monocasco, pues existen muchos casos que
acabaron en desgracia y hundimiento por culpa de un impacto en el
timón, o en la obra viva, que desemboca en una vía de agua imposible
de solucionar.
Aunque de entrada podríamos pensar que
los 3 cascos conducen a mayores superficies mojadas y por tanto peor
hidrodinámica, lo cierto es que los trimaranes suelen navegar en dos
cascos dejando el de barlovento ligeramente en el aire, lo cual
mejora este dato respecto a los catas. Y ello conduce a las
prestaciones elevadas de los trimaranes. ¡Por ejemplo el Neel43
acelera rápidamente a 10 nudos con solo 14 nudos de viento!
Neel 43: Un trimarán
interesante.
Naturalmente todo ello tiene
contrapartidas, y en un trimarán perderemos capacidad para navegar
en aguas muy someras y no disfrutaremos de la maniobrabilidad de un
cata, ni del confort de los catamaranes de crucero más lujosos como
por ejemplo Lagoon, Sunreef, Nautitech, Fontaine Pajot,…
En cuanto a motorización, lo que para
unos es ventaja para otros es desventaja. En cualquier caso los
trimaranes tienen un único motor en el patín central y por tanto el
coste en motorización y mantenimiento es el mismo que el de un
monocasco. A cambio no tienen la facilidad de maniobra de un cata
con dos motores. Por ello a partir de cierta eslora, los trimaranes
suelen que llevar hélice de proa para maniobras, lo cual implica
mantenimiento y costes que un cata con dos motores no necesita.
Confort
No todo es navegar, y por ello además
de las prestaciones de navegación, los aficionados a los multicascos
exigen niveles de comodidad y habitabilidad, sencillamente
imposibles para los monocascos.
En los multicascos es tan grande la
superficie habitable, que siempre estamos tentados en poner más
equipamiento y pertrechos a bordo; ancla de popa, botellas de buceo,
compresor, desaladora, generador eléctrico, aire acondicionado,
bicicletas para pasear en puerto, congeladores, hamacas,
herramientas, tablas de padelsurf…, y debemos estar atentos al peso,
porque las prestaciones, sobre todo en velocidad, se degradan con
rapidez a medida que vamos sobrecargando el barco.
Si el confort y habitabilidad es muy
importante para nosotros, debemos enfocarnos hacia los Catas y
dentro de ellos los que no sean de altas prestaciones, pues los más
rápidos sacrifican confort a cambio de ligereza que se traduce en
velocidad. Pero sea cual fuera, en los catas la geometría de sus
cascos y la plataforma central permite una arquitectura que maximiza
la habitabilidad y el espacio del barco. Son muy estables y cómodos
aunque en términos generales menos veloces que los trimaranes.
Al compararlos con los trimaranes, la
construcción de estos permite menos lujos y arquitecturas más
modestas en términos de confort, aunque los últimos proyectos como
por ejemplo en el Neel 51, no queda muy a la zaga respecto a los
bellos catas de crucero (pero personalmente, en este aspecto, me
sigo quedando con los catas). Otros modelos como el Neel 43 o el 47
ofrece un compromiso de gran interés con dos cabinas pequeñas en los
patines laterales con acceso independiente desde el exterior, y un
inmenso apartamento central a modo de lujoso "Loft" formado por un
salón con cocina y dormitorio armador, en la parte central del
barco. ¡Espectacular!
Cata o trimarán;
¿cuál elegir?
Si ya estamos convencidos de olvidarnos
del monocasco, al final la cuestión es justamente esa… Decidir entre
las distintas posibilidades del mercado multicasco. Y es que las
diferencias entre Catas y Trimaranes son sutiles, por lo que la
decisión pasa a ser una elección entre marcas y modelos concretos.
Si lo suyo es navegar en condiciones
de muy mala mar y con vientos en muchas ocasiones del primer y
cuarto cuadrante, estaría bien incluir visitas a los Neel. Si
premiamos la velocidad y somos menos exigentes con la habitabilidad
es posible que alguno de los modelos de DragonFly sea su barco. Si
tenemos presupuesto amplio y desahogado, quizás Sunreef, o GunBoat
sea su objetivo. Si deseamos un barco agradable, tragamillas y
cómodo, el grupo de las grandes marcas será su elección definitiva. Si
manteniendo buen confort y habitabilidad deseamos mejores
prestaciones, podemos optar por un cata con orzas tipo Outremer o
Catana. Si considera muy necesario poder entrar en lagunas de escaso
calado y recorrer las Bermudas o cruzar pasos muy someros por la
micronesia, el cata es sin duda su mejor elección. Un marca
excepcional y que ofrece un logrado compromiso en velocidad confort,
prestaciones y habitabilidad es Seawind, con orzas abatibles,
ligereza con mamparos de carbono, calado con orzas arriba muy por
debajo del metro, y habitabilidad lograda.
Seawind 1370:
Enamorado de la vida
Al final, se trata de tener claro cuál
es el tipo de navegación que vayamos a realizar y el tipo de vida a
bordo que buscamos. No olvide el asunto del sobrepeso, pues aunque
el trimarán es más indulgente en este aspecto, el sobrepeso siempre
penaliza. En este aspecto debemos preguntarnos si necesitamos aire
acondicionado, pues una buena ventilación puede hacerlos
innecesarios, si necesitamos cargar dos o más anclas, si necesitamos
llevar equipamiento que se usa solo de vez en cuando.... Si no hay aire acondicionado, es muy probable que el
pesado generador sea prescindible. Una buena y potente instalación
solar con inversor de 3 ó 4 Kw y con un potente parque de baterías de
litio será la mejor solución energética.
Leopard:
Una marca cuyos
últimos modelos son impresionantes.
Tenga presente que la velocidad genera
obligaciones, y además exigir ligereza, debemos tener mayores
conocimientos de navegación. Cualquier velero lanzado a 20 nudos es
molesto (además de rápido), pues los golpazos con las olas son
extremadamente violentos y por tanto el barco será una "caja" de
ruidos. Navegar a tres o cuatro veces la velocidad de un crucero
típico de 7 nudos es también comprometido en cuanto a seguridad, pues
los accidentes graves ocurren cuando el barco viaja a fuertes
velocidades, aunque también es cierto que la velocidad nos permite
escapar de las condiciones meteo que generan problemas... Uhmmmm....
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