Los gigantes del mar

Apreciar en puerto las dimensiones de estos monstruos de acero y observar la evolución de sus lentas maniobras, muestra el gigantismo alcanzado por la tecnología naval en la búsqueda de los menores costes de transporte. Hélices mayores a la eslora de nuestros veleros de recreo, potencias descomunales… Un mundo sin medida.

Barcos que solo “caben” en muy pocos puertos del mundo dadas sus desmesuradas dimensiones. En torno a los 400 metros de eslora! Para hacerse una idea de la complejidad de sus maniobras, imagínese al volante de su coche. Un coche muy especial cuya parte delantera se encontrara a 260 metros de usted y cuya parte posterior estuviera a unos 170 metros por detrás. ¡Nada fácil de estacionar! Por ello es muy importante prepararse en los simuladores y tener muy presente las inercias generadas en cada cambio de ángulo.

Como no podría ser de otra manera para “aparcar” estos “bicharracos” se utiliza el DGPS, posicionador GPS diferencial capaz de entregar la posición del barco con errores menores al metro. Con estos tamaños de barcos, el ojo humano puede dar malas pasadas con resultados, cuando menos, de cara factura.

Y ojo con el viento, ya que su obra muerta es todo menos eso, ya que ofrece 14.000 metros cuadrados de vela portante, de modo que en cuanto sopla algo más que una ligera ventolina, los motores deben corregir cualquier empuje indeseado. Con fuerza 6 empujando contra el muelle, hacen falta más de 200 toneladas de fuerza para separarse del hormigón.

La gran expansión de tráfico entre Asia e Europa ha conducido a las navieras hacia la construcción de estos gigantes cada uno de los cuales puede llegar a costar unos 1.000 millones de dólares. Y no sólo hay que invertir en barcos. También es necesario adaptar las infraestructuras portuarios, con nuevas grúas, calados mayores, y pantalanes más largos. El portacontenedores Eugen Maersk, llega a calar 16 metros a plena carga y sobre sus 397 metros de eslora pueden trabajar simultáneamente hasta 10 pórticos moviendo contenedores.

Hace 10 años los cargueros más grandes llegaban escasamente a los 300 metros y la mayoría de ellos eran de unos 10 metros de eslora. La valoración media del contenido de un contenedor es de unos 10.000 dólares y como a plena carga un gran portacontenedores es capaz de transportar del orden de 10.000 contenedores, la valoración media de la mercancía transportada puede alcanzar del orden de los 100 millones de dólares.  El tamaño de sus depósitos de fuel es de 10.000 toneladas o lo que es lo mismo, la capacidad de un un pequeño "tanker".