Las
técnicas de soldadura evolucionan gracias a los nuevos equipos por plasma, MiG, TiG, así como los procedimientos y máquinas de coste de
metales. En la actualidad se utilizan máquinas de corte por
láser que son capaces de recortar planchas metálicas incluso de varios
centímetros de espesor con una precisión de décimas
de milímetro, sacando las diferentes pieza en un tiempo record y con una
calidad impresionante. Esto hace que los astilleros que fabrican
con acero y aluminio puedan abaratar costes mientras aumentan la
calidad del producto. Además se produce una descenso en la gama
de esloras a partir de la cual el acero se hace plenamente
justificado como material de construcción.
Holandeses: Los
especialistas en acero y aluminio
Ya no es
necesario pensar en un lujosísimo y exclusivo Mega-Yate de más de 50 metros
de eslora para esperar tener un barco en acero o aluminio. Muchos
son los astilleros holandeses que fabrican en metal y que pueden
particularizar muchos detalles del barco al hacerse los cascos y las
superestructuras de forma individualizada. Si bien España es uno de
los países con mejores astilleros del mundo para barcos en acero,
estos se dedican a la producción de grandes buques comerciales y por
tanto para barcos de recreo, donde podemos acudir es a Holanda, auténtica cuna de los
grandes astilleros de yates de recreo metálicos.
En Holanda
encontraremos
marcas tan importantes como los célebres megayates Amels
www.amels-holland.com,
fabricantes de bellos trauwlers como los Aquanaut
www.aquanaut.nl,
de
veleros oceánicos en aluminio incluso a partir de 36 pies como los
Atlantic
www.atlanticyachts.nl,
los bonitos trawler Bendie
www.bendie.nl, los
robustos veleros en aluminio K&M
www.kmy.nl,
los
preciosísimos e inmejorables motor-yachts Holterman
www.holtermanyachting.nl,
los atractivos barcos de motor y de agradable aspecto retro
Boarnstream
www.boarnstream.com,
los
prestigiosos y fastuosos veleros de impresionante porte de Royal
Huisman
www.royalhuisman.com, los
interesantes yates de
www.feadship.nl, los
lujosos megayates Hakvoort
www.hakvoort.com,
los fabulosos
super-yates de Heesen
www.heesenshipyards.nl,
los sumamente elitistas y bellos veleros Jongert
www.jongert.com, los
marineros y atractivos Moonen yachts
www.moonen.com,
los atractivos Mulder www.jachtwerfmulder.nl,
los estilizados y espectaculares veleros de Nordia www.nordia.com, y
otros como Puffin
www.de-gier.nl, Rapsody
www.rapsody.nl,
Smelne
www.smelne.nl, los
preciosos motoveleros de esloras medias Vanderwalk
www.wimvandervalk.com,
los impresionantes veleros Vitters
www.vitters.com,
entre
otros.
Los barcos en
acero son seguros, excepcionalmente rígidos y resistentes a los
posibles golpes contra objetos flotantes, como contenedores o
troncos, o un posible impacto con el
fondo como ningún otro material puede hacer.
La dureza de
los materiales para los cascos
La fibra de
vidrio es económica y muy adecuada para las producciones en serie
pero requiere caras herramientas y moldes, además de exigir métodos
precisos para conseguir cascos perfectamente equilibrados. Así mismo
trabajar grandes cascos de fibra de vidrio requiere la utilización
de refuerzos estructurales muy bien estudiados para conseguir la
rigidez necesaria para conseguir barcos marineros.
En ocasiones se
utilizan sandwichs de espuma o con maderas de balsa y tejidos
bidireccionales algunos de ellos combinados con tejidos de kevlar o
fibras de carbono que solo se utilizan en barcos de competición por
su elevado precio.
Así como un
casco de 40 ó 60 pies suele ser construido en fibra de vidrio en
unos pocos días, hacerlo en acero o aluminio requiere semanas de
trabajo debido a los centenares de soldaduras, debastados y pulidos necesarios.
Los cascos metálicos están formados por cientos de placas soldadas
entre sí a una estructura de cuadernas previamente ensambladas y
soldadas.
¿Entonces, por
qué construir en acero o aluminio? Los metales son más duros que la
fibra de vidrio y admiten mucho mejor los abusos sin sufrir ningún
daño. Esta es la razón por la que la mayoría de los buques
industriales están construidos en acero y no en fibra de vidrio
reforzada.
Es muy
tranquilizador saber que nuestro barco está hecho con un material
que puede abollarse y admitir una deformación en vez de
agrietarse o fracturarse. Además es muy resistente a la
perforación, lo cual no puede decirse de la fibra de vidrio que
puede ser atravesada con mayor facilidad. Si navegamos en aguas
inciertas en donde puedan aflorar rocas punzantes y peligrosas, los
cascos metálicos ganan por goleada en seguridad.
La calidad
de las soldaduras puede ser testada para certificar su
"calidad
metalúrgica" mediante equipos de rayos X. Cualquier posible defecto
es subsanado sobre la marcha de forma muy sencilla. Los cascos de
acero son tan fuertes y seguros como los de aluminio. Para ello los
casco en aluminio utilizan un espesor de forro mayor al de los
cascos en acero.
En caso de necesitar realizar una
reparación o reforma, el acero es el mejor material pues permite
todo tipo de trabajos a posteriori. El aluminio es más caro y
requiere realizar soldaduras en atmósferas inertes que conllevan más
trabajo y dedicación. Pero los cascos en aluminio a igualdad de
dureza respecto al acero son notablemente más livianos y
resistentes a la corrosión lo que los hace muy adecuados para yates
de planeo o semiplaneo y para veleros oceánicos en donde la relación
masa/eslora determina en gran medida de las prestaciones del velero.
¿Acero o Aluminio?
¿Entonces por
qué los Super-Yates, son de acero? Lo cierto es que los grandes
yates de recreo de más de 30 metros suelen ser tanto de acero como
de aluminio. Solo en esloras a partir de los 50 metros, el acero
pasa a ser la mejor opción. El acero es sin duda el mejor material
frente a la abrasión y ante la capacidad plástica de absorber un
impacto.
Para los grandes yates,
muchos armadores priorizan la seguridad y la comodidad
en navegación. Para navegar con comodidad no se puede planear y lo
suyo es ir en modo desplazamiento. Estos grandes yates y gracias a
su respetable eslora, admiten velocidades de navegación en modo de
desplazamiento de más de 15 nudos y en algunos casos del orden de 20
nudos, lo cual es muy aceptable. En este modo de navegación no
hay pantocazo alguno y la comodidad es máxima.
Además la energía
propulsora para navegar en desplazamiento es mucho menor a la
necesitada para ir en planeo o semiplaneo, gracias a lo cual los
consumos se muestran moderados aumentando significativamente las
millas de autonomía. Para fabricar un barco con casco diseñado para
navegar en desplazamiento no es necesario aligerar tanto el peso por
lo que el acero se convierte en el material por excelencia. Y al
conseguir un barco más pesado pensado para desplazamiento, las
curvas de carena y el propio desplazamiento del barco hacen que el
buque sea más estable y por tanto capaz de afrontar cualquier estado
de la mar.
La fibra de
vidrio puede ser considerada como una aleación de hilos de cristal
embedidos y empapados en un plástico (poliester o epoxi) polimerizado de
mucha estabilidad. Pero el resultado final puede variar de forma muy
significativa dependiendo en la profesionalidad de quien lo haya
fabricado. Un laminado efectuado en condiciones inapropiadas de
humedad o temperatura, puede esconder defectos estructurales muy
serios. Sin embargo la fibra de vidrio, también es perfecta para
fabricar barcos de importantes esloras como lo demuestran varios
modelos de primeras marcas y calidades de más de 25 metros de
eslora.
¿Cuando es mejor el Aluminio?
El acero es
bastante más duro que el aluminio a igualdad de volumen, pero el aluminio pesa 1/3 menos que el
acero. Aproximadamente necesitamos el doble de grosor en aluminio
para lograr la misma dureza y resistencia. De esta manera al
utilizar el aluminio
conseguimos igualar o mejorar la dureza, y reducir un 30% de peso respecto al acero.
Por esta
razón bastantes astilleros, como por ejemplo el prestigioso Heesen
Yachts, utiliza en sus diseños el aluminio para lograr grandes
yates de lujo capaces de navegar en modo semiplaneo (o
semidesplazamiento). Pero incluso en los barcos de desplazamiento
con cascos en acero, las
superestructuras y cubiertas son realizadas en aluminio. La solución es
perfecta pues el casco se beneficia de las ventajas del acero y el resto se
fabrica en aluminio lo cual ayuda a reducir el desplazamiento total
del yate, eliminando masa donde más sobra, que es en las cubiertas y
las partes más altas del barco. Esto hace que baje el centro de
masas y por tanto se consiguen mejoras muy significativas en la
estabilidad y las prestaciones finales del yate.
Por todo ello el aluminio se convierte
en el material más adecuado para yates de motor diseñados para
navegar en modo desplazamiento y semidesplazamiento entre los 30 y
50 metros de eslora, como para veleros oceánicos de esloras medias y
altas, preparados para afrontar grandes viajes o expediciones a los
hielos polares. El aluminio es un material muy duradero lo cual hace
que la depreciación de estos barcos sea muy pequeña en el tiempo.
Acero a precio de Fibra de
vidrio
En algunos
astilleros los precios de catálogo de los barcos ofrecidos en acero
es igual y en ocasiones inferior al de barcos de idéntica eslora
pero fabricados en fibra de vidrio. Por ejemplo el astillero de
Países Bajos, Vanderheijden
www.vanderheijdensteelyachts.nl
fabrica un motoryacht de 44’’ muy exclusivo con un motor diesel en
269.000€, precio muy competitivo frente a barcos parecidos
realizados en fibra.
El problema de
la oxidación
Pero el acero
se oxida con facilidad, lo cual representa un serio problema si no
se protege de la forma correcta. Actualmente existen imprimaciones y
epoxis que permiten lograr protecciones sumamente eficaces. En los
cascos de fibra de vidrio, la capa exterior conocida como gelcoat
también se estropea con los rayos ultravioleta y necesita al menos
de un pulido al año para mantenerse brillante y como nueva.
Las pinturas con base de poliuretano son flexibles y con una vida
útil de más de 10 años sin que pierdan el brillo y sus
características fisicoquímicas. Los arañazos se pueden retocar con
facilidad con lo cual conseguimos proteger el acero de forma muy
eficaz. Un casco de acero corre más peligro a la corrosión en una
marina que en el mar, pues en los pantalanes puede haber corrientes
eléctricas derivadas de otros barcos. La solución proviene de la
utilización de ánodos de sacrificio que se distribuyen adecuadamente
a lo largo de la obra viva.
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