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| Febrero 2018 | CRAM libera 14 tortugas marinas | | | | La liberación se enmarca en un proyecto europeo desarrollado por la Fundación CRAM, con el apoyo de la Generalitat de Catalunya y gracias a la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través del Programa pleamar, cofinanciado por FEMP. Los animales habían quedado atrapados accidentalmente en redes de pesca, y se han podido tratar, antes de devolverlas al mar, gracias a la colaboración de los pescadores.
La Fundación CRAM para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos y la Generalitat, mediante la Xarxa de Rescat de Fauna Marina (XRFM) del Departament de Territori i Sostenibilitat i el Departament
d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, han liberado a la barra del Trabucador de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), 14 tortugas bobas (Caretta caretta) que han estado recuperadas por la Fundación CRAM, a quien la Generalitat encarga esta tarea en virtud del convenio de colaboración vigente entre ambas partes.
La liberación se ha hecho de la mano de los pescadores de la Cofradía Verge del Carme de Sant Carles de la Ràpita y sus familias, y se enmarca en un proyecto europeo desarrollado por la Fundación CRAM gracias a la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través del Programa pleamar, cofinanciado por FEMP.
El proyecto arrancó el pasado mes de diciembre y en tan sólo dos meses en funcionamiento han participado 14 embarcaciones de arrastre, se han atendido 20 tortugas marinas, y ya se han recuperado y liberado 9
ejemplares en el marco de esta iniciativa, que sumado a 5 animales más ingresados ??en meses anteriores, ha dado como resultado un total de 14 tortugas reintroducidas con éxito. Los animales, de entre 3 y 73 kg de peso, quedaron atrapados accidentalmente en redes de pesca en la zona de Sant Carles de la Ràpita, y gracias al aviso y colaboración de los pescadores pudieron ser rescatados y trasladados inmediatamente al centro de recuperación para su diagnóstico y tratamiento.
Estas cifras ponen de manifiesto la gran necesidad existente de poner en marcha un proyecto de estas características, los objetivos del cual son la sensibilización del sector pesquero de las Terres de l’Ebre para
minimizar el impacto que la pesca accidental tiene sobre estos animales, recuperar y reintroducir en su medio natural todas las tortugas que requieran de atención veterinaria, y crear núcleos de voluntarios formados y coordinados que apoyen el operativo de rescate de los especialistas del CRAM.
Los pescadores: pieza clave en la conservación de las tortugas marinas. La principal amenaza de las tortugas marinas es la pesca accidental. Por este motivo, la implicación y colaboración del sector pesquero es fundamental para la preservación de estas especies tan vulnerables a la acción humana.
El proyecto ha sido muy bien acogido por los pescadores de las Terres de l’Ebre, los cuales se han mostrado muy interesados ??en colaborar y se han implicado desde el primer momento.
Los pescadores son una pieza imprescindible en la conservación de las tortugas marinas, convirtiéndose en el
primer agente implicado en el proceso de recuperación de estos animales, ya que son los primeros en detectar la captura accidental y los encargados de activar el protocolo de rescate.
Una publicación científica reciente puso de manifiesto que las tortugas marinas capturadas accidentalmente en redes de arrastre podían sufrir una enfermedad disbárica, muy parecida a la que sufren los buceadores cuando
exceden el tiempo de inmersión o suben demasiado rápido a la superficie.
Estas patologías se desencadenan principalmente por la suma de subir al animal rápidamente hasta la superficie y por el estrés que sufren por la captura. Esta situación podría provocar que las tortugas marinas no
pudieran efectuar correctamente el trasvase de gases del torrente sanguíneo a los pulmones, acumulando cantidades de nitrógeno en estado gaseoso que pondrían en riesgo su supervivencia, además de una posible sobreexpansión pulmonar. Es por este motivo, que cuando una tortuga marina es capturada por accidente, aunque parezca activa y sin síntomas evidentes, requiere de atención veterinaria inmediata para hacer un diagnóstico adecuado y un tratamiento de urgencia en caso necesario. De lo contrario, si ha resultado afectada internamente y no recibe tratamiento, podría morir al cabo de unas horas o días de haber sido devuelta al mar.
Este hallazgo científico puso en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de actuación después de una captura accidental de tortuga marina y trasladar esta información a los pescadores para establecer
colaboraciones y un marco de trabajo conjunto que aumentara las posibilidades de supervivencia de estos animales.
En el marco del proyecto se ha seleccionado a los pescadores de la zona del delta del Ebro por ser una zona litoral que presenta una concentración elevada de tortugas bobas y por ser la zona donde se capturan
accidentalmente más animales.
Paralelamente, y como punto clave en el tratamiento de esta patología, la Fundación CRAM cuenta con la única cámara hiperbárica de Cataluña diseñada específicamente para el tratamiento de enfermedades
disbáricas en tortugas marinas. | | | | | |
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