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| | Febrero 2019 | | Iguana anfibia | | |  | | | ¿Lo creíamos todo inventado? Aunque los vehículos anfibios no son nuevos, especialmente en círculos militares en donde el desembarco rápido es asunto de vida o muerte, en el mundo del recreo este concepto es ciertamente nuevo. Los anfibios hasta la fecha han venido en forma de coches con aspecto más o menos futuristas capaces de echarse al mar con prestaciones de navegación más menos dudosas.
En este caso se trata justo de lo contrario. Una motora capaz de satisfacer al más marinero, pero capaz de reptar fuera del agua como una vez hiciera la vida para evolucionar por tierra. Este fabricante francés despliega
de sus amuras dos cadenas de orugas rodantes capaces de desembarcar en cualquier playa. El sistema además de ingenioso es relativamente sencillo pues toda la parte motriz está integrada en el mecanismo de las orugas retráctiles lo cual asegura un funcionamiento a toda prueba.
Por si fuera poco la motora está diseñada con un hard top retráctil que puede ser elevado con buen tiempo, o retraída para convertir el barco en una cabinada completamente cerrada por proa. Su altura puede ser ajustada
por el usuario dependiendo de la cantidad de brisa necesitada capaz por tanto de navegar con comodidad con cualquier meteo. El techo también se extiende en longitud para que los pasajeros de popa queden también protegidos de toda inclemencia innecesaria.
Los asientos amortiguados hacen cómoda la navegación en aguas picadas y son capaces de absorber los pantocazos al salir a navegar con fuerte oleaje. Los asientos extremadamente cómodos hacen la diferencia
entre pegarse una navegación placentera o acabar con la espalda molida.
Iguana ya propuso un modelo de 29 pies en 2011 y otro de 24 pies en 2012. Ahora le toca el turno a la Iguana 31 pies con sus nuevas orugas eléctricas. La motora de 9,2 metros de eslora puede ser motorizada con uno o
dos potentes fuerabordas para alcanzar velocidades de 42 nudos.
Como en muchos barcos de expectante novedad lo malo es el precio que parte de 750.000 dolares hasta la versión más potente y completa de 900.000 dólares "full equipment". Una cifra muy inadecuada que posiblemente la
relegue a tender super lujosa para los grandes megayates que deseen moverse por la playa en vez de desembarcar en ella.
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