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| | Octubre 2017 | | Granjas en el mar | | |  | | | En un mundo superpoblado es necesario encontrar la forma de alimentarlo. Los caladeros están sobreexplotados en muchas partes del planeta y la sostenibilidad es inviable. Un estudio de la Universidad de UCLA sugiere que si la piscicultura se trasladara a aéreas de alta mar, en una superficie total no mayor a la del lago Michigan, el cual representa solo un 0,025 de la superficie de los océanos, se podría abastecer la demanda de pescado para todo los habitantes del planeta.
Esto permitiría prohibir la pesca fuera de estas áreas y así conseguir la recuperación de los stocks marinos en aguas abiertas. La pesca es un negocio muy importante y según la Food and Agriculture Organization en
Naciones Unidas, el consumo de pescado por habitante del planeta es de unos 20 Kg anuales (datos 2016). Un negocio de unos 150.000 millones de Dólares anuales.
Actualmente los caladeros están sometidos a una fortísima presión debido a la alta demanda y por ello el 57% de estas áreas de pesca están sobreexplotadas. La Piscicultura podría aliviar drásticamente esta situación. No
es una idea nueva y ya desde tiempo remotos se practicaba el crecimiento de peces en áreas cercadas, pero actualmente este negocio se practica para el engorde y crecimiento de gambas, doradas, lubinas, salmones anguilas ostras, mejillones, hasta un total de unas 180 especies marinas.
El problema es que en aguas someras o baias y estuarios, este crecimiento es limitado tanto por la superficie de estas zonas limitadas como por la capacidad de recirculación de las aguas cuya sobrecarga en residuos
orgánicos conduce a enfermedades y parásitos en estas poblaciones de animales.
El estudio de UCLA, presentado por Peter Kaveiva y Rebecca Gentry, indica que la piscicultura podría trasladarse a guas profundas en donde la corriente oceánica limpia y mantendría estas zonas limpias, además de suponer menores problemas medioambientales y permitir la recuperación de los caladeros. Eliminando las areas de comercio marítimo, parques naturales y zonas protegidas, areas de explotación mineral, se podrían instalar instalaciones en zonas en donde circularan corrientes marinas y cuya distancia a la costa no fuera excesivamente grande. Países tropicales como son Guinea, Bangladesh, o en latitudes más alejadas del ecuador como Uruguay o bien otros países del cono sur como Argentina, o en India e Indonesia, presentan posibilidades extraordinarias para este tipo de explotaciones.
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