|
|
|
|
| Abril 2015 | Respirar debajo del agua | | | | Nuevo material absorbedor de oxígeno que podría permitir respirar bajo el agua. Se trata de una sustancia cristalina desarrollada por la universidad de Southern Denmark capaz de absorber y almacenar oxigeno en una muy alta concentración. Un puñado de esta sustancia permite absorber todo el oxigeno de una habitación y a su vez es capaz de liberarla cuando sea necesario y de forma controlada. El elemento fundamental de la sustancia es una molécula orgánica con cobalto que actúa de un modo parecido a como lo hace la hemoglobina de la sangre. La absorción depende de la temperatura ambiente y naturalmente de la presión parcial del oxigeno que exista en el lugar.
El proceso es reversible lo cual lo confiere su importante cualidad como almacenador de oxigeno, actuando también como sensor del oxigeno circundante. El material cristalino cambia de color al absorber o liberar
oxígeno siendo negro cuando está saturado de oxígeno y rosa al ser liberado.
Al variarse la estructura molecular del material se puede modificar la la velocidad de almacenamiento de oxígeno en el material y así se podría ajustar para diferentes aplicaciones, desde células de combustible a
máscaras de respiración artificial capaces de entregar oxigeno puro sin necesidad de equipos auxiliares. En medicina se diseñarán equipos para enfermos pulmonares que necesitan actualmente arrastrar pesados tanques de oxígeno.
Una de sus más interesantes aplicaciones es la capacidad de poder ser utilizado para absorber el oxígeno directamente del agua y permitir así crear un equipo de respiración autónomo sin necesidad de llevar botellas
de buceo y por tanto sin limitación de tiempo de inmersión por el consumo de las botellas. Unos pocos granos del estas moléculas de cobalto contienen suficiente oxígeno como para alimentar una inhalación completa, y como el material permite su continuo reciclado para absorber el oxigeno del agua, será posible diseñar un equipo ligero totalmente autónomo.
Para la liberación del oxígeno almacenado basta con calentarlo ligeramente o someterlo a un vacío parcial para su extracción, aunque se está estudiando si se puede conseguir su liberación mediante estimulación lumínica.
La investigación de esta Universidad de Dinamarca ha sido publicada en el journal of the Royal Society of Chemistry.
| | | | | |
|
|
|
© Copyright 2015 Fondear, S.L.
|
|