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| | Diciembre 2014 | | Dinamarca se apunta al carro de reclamar el Polo Norte | | |  | | | El petróleo y todo lo que económicamente significa es el culpable. Rusia ya plantó en 2007 una bandera simbólica en el Polo Norte, lo que puso en pié de guerra al ejecutivo canadiense. Ahora le toca el turno al gobierno danés que también reivindica la soberanía y propiedad del Polo Norte. Pretende demostrar ante la ONU mediante una comisión de investigación que los límites de su plataforma continental están conectadas con Groenlandia sobre la cual ejerce soberanía.
Con ello reclama unos 900.000 kilómetros cuadrados que esconden numerosos yacimientos petrolíferos submarinos. Los estudios daneses presumen la continuidad de Groenlandia sobre la dorsal Limonov, según la
cuál Rusia se apunta también al Polo Norte.
En 2008 también litigaron Estados Unidos, con Noruega, Canadá y Rusia, frente a Naciones Unidas para que fuera esta la que decidiera la legitimidad de tan suculento pastel económico.
Mientras los políticos pugnan ante la ONU, por adjudicarse la propiedad de una región que necesariamente a NADIE pertenece, las compañías petrolíferas estudian la viabilidad de explotar y perforar la corteza oceánica, sin medir con seriedad las implicaciones medio ambientales. Las perforaciones para extracción petrolífera dañaría irreversiblemente los mares del Océano Ártico, acelerando aún más el grave deterioro medio ambiental que ya sufre el planeta.
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