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| Mayo 2014 | Guilty Mega Yachts | | | | ¿Se puede dar más el cante? Si el objetivo es llamar la atención, está claro que este diseño de Jeff Koong lo logra. Supuestamente inspirado en navíos bélicos de la primera guerra mundial, la decoración abusa hasta extremos desconocidos del uso de las formas poligonales y romboédricas para lograr un resultado caótico y muy singular.
Proa seccionada a cuchillo, formas rectangulares y puntiagudas en contra de las más elementales normas del Feng-Shui y del buen gusto, y elevadas a su enésima potencia gracias a la profusión de pintadas poliétricas de
colores contrastados y mal avenidos, hasta conseguir un resultado ciertamente sorprendente.
¿Pop art flotante inspirado del trabajo artístico de Roy Liechtenstein, u horterada emergente de una mente excéntrica? La polémica está servida. Lo cierto es que del primer vistazo uno no sabe bien si lo que observa
es un yate o fenómeno óptico marítimo.
Sea lo que fuere, las formas anormales de su superestructura quedan más armonizadas en su interior inundado de luz natural gracias a su enorme y rectangular ventanal así como a los tonos claros de la decoración interior.
Como no podría ser de otra manera, los camarotes han sido decorados con obras de arte modernas.
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© Copyright 2015 Fondear, S.L.
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