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| | Marzo 2014 | | La mitad del Mediterráneo español en peligro. | | |  | | | Casi 12 de los 26 millones de hectáreas de las aguas costeras del Mediterráneo Español están bajo la amenaza de la búsqueda de petróleo y gas. El 45% y especialmente la zona frente a Valencia en el canal hacia las Baleares será abierto para la exploración de hidrocarburos, justo donde viven y transitan muy amplias manadas de delfines y otros cetáceos.
Para las prospecciones se realizan explosiones de aire comprimido en profundidad que superan la presión
sonora de 200 dB, lo cual es capaz de matar toda forma de vida en las cercanías del bombazo y sin duda dañar el oído de cualquier animal situado en la zona, siendo causa más que probable de futuras varadas y muertes de manadas de delfines y otros cetáceos. La instalación de plataformas de extracción de hidrocarburos es una espada de Damocles frente a posibles vertidos y enormes desastres ecológicos como por ejemplo el acaecido recientemente en el golfo de México por culpa de la petrolera BP que tildaba de imposible técnicamente la posibilidad de ningún posible vertido… (sic).
Estos casi 12 millones de hectáreas no incluyen las zonas colindantes que se verían afectadas por las
explosiones sísmicas utilizadas para la prospección, con lo cual la zona globalmente afectada serían unos 20 millones de hectáreas, osea el 65% del Mediterráneo español.
Es un hecho muy grave que afecta a caladeros de pesca y rutas migratorias de cetáceos, atunes y tiburones.
Desde Cataluña hasta el mar de Alborán en Andalucía, pasando por Valencia y Baleares, están en trámite de aprobación diferentes programas de adquisición de datos sísmicos que darían paso a las primeras perforaciones.
Alguno de estos proyectos se encuentran en el borde de la Zona Económica Exclusiva y un posible vertido podría afectar a países vecinos. Francia tenía abiertas en el golfo de Leon direrentes zonas y en 2012 el
Presidente Sarkozy decidió cerrar definitivamente. El actual Gobierno de Rajoy puede hacer lo mismo que hizo Francia y rechazar todo permiso de perforación petrolífero en el Mediterráneo. No se trata de elegir entre la protección del medio ambiente y el crecimiento, sino de optar sencillamente por lograr un desarrollo sostenible. El actual Gobierno del PP hace oídos sordos a la política ambiental y al apoyo de energías limpias, como ha demostrado en sus leyes que penalizan el desarrollo de la energía renovable. Pero debemos pedir a sus asesores que rectifiquen a tiempo y deniegue los permisos, apoyados en la amplia información científica que existe sobre las especies de las zonas que se pretenden abrir al gas y al petróleo.
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