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| Noviembre 2008 | Empresas españolas dejan de ingresar 600 millones de euros | | | | Las empresas españolas dejan de ingresar 600 millones de euros anuales por turismo de yates de lujo. Los impuestos más altos que en Francia e Italia, y la inseguridad normativa, culpables de que los grandes yates de bandera extranjera eviten recalar en los puertos españoles.
Así se desprende de las intervenciones oídas durante una reunión de profesionales organizada por AEGY,
Asociación Española de Grandes Yates celebrada este mediodía en el Salón Náutico Internacional de Barcelona.
Bastaría que un tercio de los 2.000 grandes yates basados en el Mediterráneo occidental se mudasen a
España, dejando los puertos donde recalan en Francia o Italia, para que las empresas españolas del sector aumentasen su facturación en cerca de 600 millones de euros cada año. Con esa claridad se expresó el francés Tierry Voisin, presidente de la asociación internacional MYBA, en la mesa redonda que organizó durante el Salón Náutico de Barcelona la Asociación Española de Grandes Yates AEGY.
Tanto Voisin como James Lawson, representante de la británica Superyacht UK, resaltaron en la reunión que
España presenta unas magníficas características, por clima y bellezas naturales, para recibir el turismo de alto nivel adquisitivo que traen los yates de lujo. Sin embargo el marco jurídico y fiscal con que se encuentran al entrar en España e intentar operar es tan complicado y caro, que la propia MYBA o la asociación británica les aconsejan no hacerlo. “Cuando un armador de un yate de bandera europea me pregunta qué tiene que hacer para ir a España y no tener problemas” expuso Voisin, “le respondo así: si no quiere problemas, no vaya.”
Los grandes yates generan trabajos de mantenimiento, pintura, servicios, marinería, cátering y compras que las
empresas de Mallorca, Valencia, Málaga o Barcelona podrían obtener, y que generarían muchos negocios extras. Todos esos trabajos son, además, grandes creadores de empleo al exigir mucha mano de obra especializada.
El problema, explicó Voisin, es que los grandes yates rehúyen las costas españolas porque nuestro país aplica
a esas embarcaciones una fiscalidad muy superior a la del resto de países europeos: además del IVA del 16 %, el Impuesto de Matriculación representa otro 12 % y se exige a cualquier yate extranjero de más de 15 metros de eslora que quiera operar en España en las modalidades de chárter o flete.
Otros asistentes a la reunión de trabajo, a la que asistieron una cuarentena de profesionales del sector del yate
de lujo en España, manifestaron su desespero ante la legislación española. Se destacó que los yates de más de 24 metros se rigen en nuestro país por las mismas leyes que los buques mercantes, y que según el puerto y la comunidad autónoma hay interpretaciones muy distintas de dichos reglamentos, lo que crea mucha inseguridad.
También el presidente de AEGY, Diego Colón de Carvajal, se quejó de la nula receptividad que la Administración, sea el Ministerio de Fomento o el Ministerio de Economía y Hacienda, han mostrado respecto a
la necesidad de adecuar las normas españolas al mercado del gran yate, una actividad que es plenamente exportadora al servir mayoritariamente a clientes extranjeros.
La mesa redonda organizada por la Asociación Española de Grandes Yates, titulada “El sector de los Grandes
Yates en España visto desde Europa”, se enmarca dentro de la campaña que la citada organización lleva a cabo para sensibilizar a las autoridades. La AEGY reúne a treinta empresas dedicadas a construir o dar servicio a yates de gran tamaño repartidas en todo el litoral español y desde su creación en 2005 defiende los intereses del sector en temas como al abanderamiento, impuestos de IVA y de matriculación, regímenes de importación, inspección y registro de yates de recreo y yates comerciales, alquiler, situación de los puertos y amarres e instalaciones para este tipo de barcos, titulaciones y formación profesional.
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